- Fútbol
- 09/05/2022
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9 mayo 20220. ABC. Félix Machuca.
Usted es profesor del máster de Gestión de entidades deportivas de la Hispalense, el más antiguo que se da en Sevilla.
Así es, desde hace quince años, intentamos dar una formación integral a los gestores del deporte.
Y acaba de incorporarse al máster en Derecho de la Liga de Fútbol Profesional en Madrid. ¿Correcto?
Correcto. He tenido ese honor y pretendo aportar mi experiencia a la enseñanza de los futuros juristas del fútbol español.
Con esos antecedentes en su currículo creo que es el hombre ideal para que me hable del último escándalo federativo: Rubi y Geri.
No me fijo en las grabaciones que se han publicado porque pueden ser ilegales, pero sí centro mi atención en sus testificales que se produjeron en las ruedas de prensa, produciendo alarma social.
Fueron chirriantes y se han creado dudas respecto a la limpieza de la competición.
¿Usted cree que esa colaboración mercantil enturbia la limpieza de la competición?
El dirigente del fútbol tiene que saber decir no cuando le proponen un negocio en el que los aficionados de los equipos pueden pensar que caben adulterar el resultado de los partidos.
¿No es chocante que un dirigente de fútbol participe en ese tipo de negocios con un jugador en activo de un equipo implicado en la competición?
Así ha sido. Y este caso nos debe enseñar que tenemos que mejorar los mecanismos de control en el fútbol.
¿Usted hubiera preferido que la Supercopa se jugara en España en detrimento de los clubes más débiles económicamente…?
Creo captarle su ironía. Prefiero que la Supercopa se juegue en España porque existen mecanismos limpios de generar ingresos para el fútbol modesto.
¿Con la actual Ley del Deporte, que tiene 32 años, estos episodios son penales o meros contratiempos éticos?
Por los antecedentes que he leído, estamos ante supuestas infracciones éticas y deben suponer la reforma de nuestras leyes deportivas antiguas y,, dentro de ello, darle más competencias al Tribunal Administrativo del Deporte (TAC).
¿Por qué el TAC no actuó de oficio en este delicado asunto?
Entiendo que puede existir una laguna con la actual normativa y se puede pensar que para que el TAC actúe tiene que realizarse una denuncia previa. Debe mejorarse la regulación para que esté más clara la actuación de oficio del TAC.
El arbitraje español, VAR incluido, ¿está libre de sospechas?
Arbitrar es muy difícil. Pero hay que adoptar también decisiones para evitar las suspicacias. Debemos ir a un modelo en el que los árbitros de primera y segunda dispongan de un contrato de trabajo a medio plazo y no dependan del actual sistema federativo de ascensos y descensos.
Lo de Camavinga en Sevilla fue una decisión arbitral de difícil entendimiento…
Sí, además en un partido de grandísima repercusión.
En parte de la opinión pública se ha instalado la certeza de que en el futbol español hay dos varas de medir: una para Madrid y Barcelona y otra para el resto. ¿Tiene fundamento?
A los precedentes me remito. El Barcelona no cumplió el cierre de su estadio por el caso cochinillos. Y en el caso Camavinga también se ha creado un nefasto precedente: el jugador infractor se quedó en el campo sin recibir tarjeta y el perjudicado salió lesionado y con tarjeta amarilla. Los compañeros del árbitro y del VAR no debieron permitir que el árbitro principal hiciera el ridículo.
La situación es tan agitada y turbia que algunos piensan que habría que agilizar la nueva Ley del Deporte. ¿Por qué es tan lenta su tramitación?
Por lo que el deporte supone en España. El mundo del fútbol llega a tener más repercusión que la propia política. Se están eternizando los debates por falta de liderazgo en la dirección del deporte.
¿En la elaboración de esa Ley del Deporte han estado los que tenían que estar o se han impuesto vetos de participación?
Gran pregunta. Se sigue vetando a los aficionados. Desde la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español y desde Accionistas Unidos del Sevilla llevamos mucho tiempo pidiendo que los aficionados, a través de sus asociaciones, puedan participar en las decisiones de las federaciones y los clubes. Sin éxito.
Una suerte de fatalismo entiende que un alboroto tan chirriante como el de Rubiales y Piqué quedará en nada. ¿Por qué no protestaron los presidentes del futbol nacional?
Quizás deben responder los presidentes, pero entiendo que la actual configuración de la estructura de la Federación les lleva a adoptar un preocupante silencio.
Sospechas
Eduardo Arenas, sin que medie la descortesía, podría definirse como Valle hizo con el marqués de Bradomín: feo, católico y sentimental en blanco y rojo. Efectivamente no es Brad Pitt, yo tampoco, pero sí es un declarado defensor de los valores familiares, de clara convicción claretiana, donde estudió y un sevillista a «jierro». Su rincón preferido es la Sevilla del casco histórico, sin olvidar ese barrio que lo seduce y que está al otro lado del puente. Su vinculación como jurista al mundo del deporte le hace ser muy claro en casos como el de Rubi y Geri, Camavinga y el de una Liga bajo sospecha. Por eso ha elegido como rincón favorito un campo de fútbol donde tanto queda por hacer por una competición limpia.